EL ESPIRITU SANTO

Aquí se encuentra a Dios, pero de otra forma el Espíritu Santo, es la tercera persona de Dios, ¡pero! el Espíritu Santo, por ser “Santo”, no lo pueden calumniar, ofender, faltarle el respeto etc, como hicieron con el: Padre que no lo oyeron, mando a su Hijo como Salvador del mundo, y lo Crucificaron, y Jesús subió al Cielo en Cuerpo y Alma, y después bajo a la tierra en Espíritu trayendo la paz.

Diciendo: La Paz sea con ustedes, el Señor esta con ustedes y el Espíritu quiere un corazón nuevo como un cristal, para morar allí, porque lo limpio no puede estar con lo sucio.

Dios Dijo: Infundiré mi Espíritu en ustedes, para que vivan según mis Mandatos y respeten mis órdenes.

Vienen días palabras de YAHVÉ en que YO pactaré con el pueblo de Israel un Nueva Alianza, Infundiré mi Espíritu en ustedes, y volverán a vivir, los estableceré sobre su tierra, y ustedes entonces sabrán, que YO Yahvé, digo y pongo por Obra.

Porque todo lo que Dios promete a sus hijos, Dios lo cumplió, lo cumple y lo cumplirá por una sola razón que es el padre de toda la humanidad; y como un padre pone los Mandamientos para seguirlo como hijos de Dios.

Como buenos cristianos aquí en la tierra, Dios quiere ver en nosotros nuestra plantación, porque lo que sembramos recogemos, y Dios tiene sus ojos puestos en todos nosotros sus hijos.

Con el “Espíritu Santo”, el quiere darnos otra vida mejor pero siempre sin maldad, sin que nada este sucio, porque allí no entra el Espíritu esta en el Cielo y baja a nosotros cuando lo necesitamos, en el: Bautismo, la confirmación, la Eucaristía y en los problemas nos da tiempos de alivio.

Y Jesús dejo dicho: Les daré un corazón nuevo, y pondré dentro de ustedes un Espíritu Nuevo, para que el Espíritu pueda pasar el quiere entrar en nosotros, pero somos nosotros que no lo dejamos entrar, no le abrimos las puertas de nuestro corazón, aunque estén abiertas para Él están cerradas, porque si tenemos el corazón sucio, Él no puede entrar ni morar, por ser Santo.

Por eso Cristo, es el Mediador de un Nuevo Testamento o Alianza. Por su muerte, fueron redimidas las faltas cometidas bajo el régimen de la primera Alianza, y la promesa es entregada a todos aquellos invitados para la Vida Eterna.

Nadie puede negar que ustedes sean una carta de Cristo, de la que fuimos los instrumentos; escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios Vivo; no grabada en tablas de piedra, sino en corazones de carne.

Él nos ha autorizado como encargados de una Nueva Alianza, que no se fundamenta ya en una Ley Escrita, sino que es Obra del Espíritu; La Ley Escrita da muerte, mientras que el Espíritu da Vida.

Ser judío es una realidad íntima, y ser circuncidado es otra cosa interior, fruto del Espíritu no en una Ley Escrita: quién vive así, será alabado, no por los hombres, sino por Dios.

¿Que es la circuncisión?

¡El Bautismo!

El Bautismo que el propio Jesús recibió en el Río Jordán, de Juan el Bautista, su primo hermano, y descendió sobre Él, el Espíritu de Dios, en forma de paloma, se abrió el Cielo de donde salía una Gran voz diciendo: Este es mi Hijo Amado, el Predilecto de mi Corazón, este fue el ejemplo que nos dejo Jesús, para nosotros.

Pues nosotros nacemos con el pecado original, y para limpiarnos de ese pecado, y ser hijos de Dios, esta el Bautismo, donde baja el Espíritu Santo, Espíritu que se posa sobre nosotros con Fuego; como pasó con los apóstoles.

Predicar; Es el Camino de Dios, Predicarla con Amor, porque sino existe el Amor, tampoco existe Dios.

Nosotros los Cristianos Católicos, tenemos ese deber de enseñar, y proclamar sus Palabras, sus Milagros y Maravillas, por el mundo entero, teniendo como guía el Espíritu Santo.

Todos debemos acudir a la asamblea, el Templo, la Casa de Dios, porque los Cristianos Católicos somos Iglesias, Iglesias que no son de muros; sino de Carne y Hueso, como lo fue Jesús cuando predicaba el Evangelio.

Por eso los apóstoles acudían a la convivencia y la fracción del Pan. La multitud de los fieles tenían un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba como suyo lo que poseía, sino que todo lo tenían en común.

Porque el Espíritu es uno solo, Espíritu que tiene que ser Alabado, Amado y Glorificado, por cada Cristiano Católico.