Yo me doy y me consagro al Corazón adorable de Jesús, mi persona y mi vida, las más acciones penas y sufrimientos, para no servirme más de alguna parte de mí ser, sino para honrarlo, amarlo y Glorificarlo.
Es esta mi irrevocable voluntad; ser todo suyo y hacer cada cosa por su amor, renunciando a todo esto que pueda desagradarlo.
Te elijo Sagrado Corazón de Jesús, como único objeto de mi Corazón, ángel de mi vida, prenda y prueba de la salvación, remedio de mi fragilidad e inconstancia, reparador de todas las culpas de mi vida y refugio seguro en la hora de mi muerte.
Sí, Corazón de Bondad y de Misericordia, mi justificación por el cual Dios Padre, aleje de mi su justa indignación.
Corazón amoroso de Jesús, pongo en ti mi confianza, porque temo todo de mi malicia y debilidad, y espero todo de tu bondad.
Te pido por tu Bondad, que mi nombre sea escrito en Ti, ya que quiero vivir o morir como tu verdadero devoto.
Sagrado Corazón de Jesús, Confío en Ti.
(S. Margarita Maria Alacoque.)