Los Salmos son la ayuda de oración, y los ángeles dicen: Amén.
Oremos con el sal: 5; al despertar invocando al Señor diciendo:
2) Señor escucha mi voz, atiende a mi gemido!
3) Escucha mi plegaría, ¡Oh Rey mío y Dios mío!
4) Señor, ya de mañana escuchas mi voz, te dirijo temprano mi oración y luego espero en Ti.
5) A Ti Señor, no te gusta la maldad y niegas hospedaje a los malvados. Las piernas de los tontos temblequean al contemplar tu Rostro.
6) A los que mal se portan no los quieres, y pones fin a todo mentiroso.
7) El que es violento y engaña al Señor los aborrece.
8) Pero yo, por tu Bondad Inmensa, puedo entrar en tu Casa, y postrarme en tu “Templo Sagrado” lleno de reverencia.
9) Señor, frente a mis enemigos, haz que mi conducta sea justa y que siga derecho tu senda.
10) Nada de sincero hay en su boca, su corazón tramando estas maldades; Su garganta es un sepulcro abierto, mientras adulan con labios melosos.
11) Castígalos, Oh Dios, como merecen de modo que fracasen sus proyectos, despídelos por sus muchos crímenes, ya que contra ti se rebelaron.
12) Cuantos a Ti se acogen, que se alegren y su alegría dure para siempre; Proteges a los que quieren tu Nombre, para ellos tú eres su contento.
13) Señor, tú das tu Bendición al justo y Bondad lo cubre como escudo.
Oremos con el sal: 5; al despertar invocando al Señor diciendo:
2) Señor escucha mi voz, atiende a mi gemido!
3) Escucha mi plegaría, ¡Oh Rey mío y Dios mío!
4) Señor, ya de mañana escuchas mi voz, te dirijo temprano mi oración y luego espero en Ti.
5) A Ti Señor, no te gusta la maldad y niegas hospedaje a los malvados. Las piernas de los tontos temblequean al contemplar tu Rostro.
6) A los que mal se portan no los quieres, y pones fin a todo mentiroso.
7) El que es violento y engaña al Señor los aborrece.
8) Pero yo, por tu Bondad Inmensa, puedo entrar en tu Casa, y postrarme en tu “Templo Sagrado” lleno de reverencia.
9) Señor, frente a mis enemigos, haz que mi conducta sea justa y que siga derecho tu senda.
10) Nada de sincero hay en su boca, su corazón tramando estas maldades; Su garganta es un sepulcro abierto, mientras adulan con labios melosos.
11) Castígalos, Oh Dios, como merecen de modo que fracasen sus proyectos, despídelos por sus muchos crímenes, ya que contra ti se rebelaron.
12) Cuantos a Ti se acogen, que se alegren y su alegría dure para siempre; Proteges a los que quieren tu Nombre, para ellos tú eres su contento.
13) Señor, tú das tu Bendición al justo y Bondad lo cubre como escudo.
Llamemos al Señor, en el comienzo del Día, dejando todo en sus sagradas manos y en su corazón traspasado por la lanza.
Al acostarnos damos Gracia al Señor por todos los bienes que hemos recibido ese Día, porque el que obró en nosotros fue Él, y oremos al Espíritu Santo para dormir en Santa Paz; en el Sal: 4.
2) ¡Cuando a ti te llamo, tú me respondes, oh mi Dios Salvador!
Tú que me has sostenido en mis angustias, de mí ten compasión.
3) ¿Hasta cuando varones, tendrán endurecido el corazón? ¿Y porque aman el engaño y persiguen lo que es falso?
4) Sepan que, con u amigo maravillas, ejecuto el Señor.
El me atiende las veces que le invoco.
5) Tiriten de pavor, pero no pequen; en silencio mediten en su lecho.
6) Ofrezcan sacrificios al Señor, como la ley lo ordena, y confíen en Él.
7) Son muchos los que dicen: ¿Cuando por fin, nos salvará de todo?
“Muéstranos OH Dios, tu Rostros Alegre”.
8) Tú alegras mucho más mi corazón, que cuando ellos se sienten rebosantes de tanto trigo y vino cosechados.
9) Me acuesto en paz, y al punto yo me duermo, porque Señor, solo Tú me das seguridad.
2) ¡Cuando a ti te llamo, tú me respondes, oh mi Dios Salvador!
Tú que me has sostenido en mis angustias, de mí ten compasión.
3) ¿Hasta cuando varones, tendrán endurecido el corazón? ¿Y porque aman el engaño y persiguen lo que es falso?
4) Sepan que, con u amigo maravillas, ejecuto el Señor.
El me atiende las veces que le invoco.
5) Tiriten de pavor, pero no pequen; en silencio mediten en su lecho.
6) Ofrezcan sacrificios al Señor, como la ley lo ordena, y confíen en Él.
7) Son muchos los que dicen: ¿Cuando por fin, nos salvará de todo?
“Muéstranos OH Dios, tu Rostros Alegre”.
8) Tú alegras mucho más mi corazón, que cuando ellos se sienten rebosantes de tanto trigo y vino cosechados.
9) Me acuesto en paz, y al punto yo me duermo, porque Señor, solo Tú me das seguridad.
Nos acostamos seguros que el Señor, nos guardará el sueño, con su Espíritu Santo, Espíritu que debemos poseer para poder estar en verdadera amistad con Dios, cada vez que lo invoquemos.
Invoquemos al Señor, para que los días que están por venir, haya más paz sobre la tierra, especialmente con los pobres, los huérfanos y los enfermos, invoquemos al Señor, y el nos escuchará.
Porque él es: El Señor de Señores, y Rey de Reyes.
Nosotros como ovejas del rebaño del Señor, seguimos escuchando su voz, porque nosotros conocemos al buen Pastor, y al conocer su voz nada nos falta; digamos el Sal: 23.
1) Yo soy el Buen Pastor, nada me falta.
2) En verdes pastos Él me hace reposar,
y a donde brota agua fresca me conduce.
3) Fortalece mi alma,
por el camino del bueno me dirige, por amor de su nombre.
4) Aunque pase por quebradas muy oscuras
no temo ningún mal, por tú estas conmigo,
tú Bastón y tu Vara me protegen
5) Me sirves a la mesa
frente a mis adversarios.
con aceite tú perfumas mi cabeza.
6) Me acompaña tu Bondad y tu favor,
mi casa será la mansión del Señor
por largo, largo tiempo.
El buen Pastor, que nos guía, nos orienta en lo que debemos hacer, el Buen Pastor que es nuestra vida y nuestra resurrección.
El Sal: 28 de la tempestad, del cual recurrimos a él en los momentos de problemas o angustias, rezándolo siempre con toda la Fe, porque de la fe conseguiremos el objetivo que estamos buscando siendo optimistas, porque el Señor es Él primero que pasa por la tempestad, digamos:
1) Hijos de Dios, den gloria al Señor, reconozcan su Gloria y su Poder.
2) Tributen Gloria, al nombre del Señor; el Santo se manifiesta, ¡adórenlo!
3) Voz sobre las aguas, retumba el Trueno de Dios de majestad, el Señor más arriba que las aguas torrenciales.
4) Voz del Señor, voz esplendorosa.
5) Voz del Señor que parte el alto cedro, el Señor derriba los cedros del Líbano.
6) Hace saltar al Líbano como a un novillo, y al Sarión como crías de búfalos.
7) Voz del Señor que arranca llamaradas.
8) Voz del Señor que sacude el desierto,
el Señor estremece los cedros de Cadés.
9) Voz del Señor que doblega los árboles y arranca los bosques, una sola voz resuena en su Templo: GLORIA.
10) El Señor se sienta por encima del aguacero, se sienta como rey para siempre.
11) El Señor dará fuerza a su pueblo y bendiciones de paz.
Aquí vemos como que los hijos dan Gracias al Señor, como el se Señor se nos manifiesta en las ocasiones más terribles, hay esta el Señor.
No lo defraudemos porque el Señor nunca nos deja defraudados, porque el que pide recibe, el que llama a la puerta se le abre, y el que busca encuentra; y si encontramos al Señor que más nos falta.
En este Salmo, Encontramos al ser humano humillado delante de Dios, por los pecados cometidos porque no somos nada solamente polvo; polvo del cual el Señor debe ser el alfarero de cada creación, porque todo le pertenece a Él. También somos burlados y traicionados, en nuestra necesidad, digamos con Fe, el Sal: 38.
2) Señor, no castigues en tu indignación ni me reprendas en tu enojo. 3) Tus flechas me traspasaron, tu mano se descargo contra mí.
4) Cólera no dejo nada sana ninguna parte de mi cuerpo y no hay descanso después de mi pecado.
5) Mis culpas me llegan hasta la coronilla y su peso sobrepasa mis fuerzas.
6) Mis llagas están descompuestas por causa de mis locuras.
7) Llagado, postrado, agotado camino todo el día sombrío.
8) Siento espadas ardientes en mi cuerpo yo queda nada sano.
9) Quebrantado, deshecho, agotado dejo oír los rugidos de mi corazón.
10) Señor, te expongo todas mis ansias, no se te ocultan mis suspiros.
11) Se me agita el corazón, y las fuerzas me abandonan hasta la luz de mis ojos.
12) Mis llagas tienen alejados a mis amigos y compañeros; mis familiares se quedan a distancia.
13) Aquellos que desean mi muerte me pusieron trampas, los que me quieren mal hablan todo el día en mi contra.
14) Pero yo, me hago el sordo, no oigo, como un mudo no abro la boca.
15) Soy hombre que no oye nada y no tiene que contestar.
16) Porque en Tí Señor, espero, Eres Tú, el que responderás, mi Señor y mi Dios.
17) Dije: que no se burlen de mí, ni canten victoria si vacilan mis pies.
18) Sin embargo estoy a punto de caer mis dolores no me dejan ni un momento.
19) Tengo que reconocer mi maldad, mi falta me tiene inquieto.
20) Son muchos los que buscan mi muerte, son incontables los que sin causa me odian.
21) Los que me devuelven mal por bien, los que me condenan si hago el bien.
22) No me abandones, Señor, Dios mío, no te alejes de mí.
23) Ven rápido en mi ayuda, Señor, Dios, mío.
Hay que dejar el sufrimiento y las penurias que uno padece en manos de Dios, nuestro Señor, que es la Salvación del: Pobre, del huérfano, de los enfermos y de todo ser humano, porque delante de nosotros esta el Señor.
Invoquemos al Señor, para que los días que están por venir, haya más paz sobre la tierra, especialmente con los pobres, los huérfanos y los enfermos, invoquemos al Señor, y el nos escuchará.
Porque él es: El Señor de Señores, y Rey de Reyes.
Nosotros como ovejas del rebaño del Señor, seguimos escuchando su voz, porque nosotros conocemos al buen Pastor, y al conocer su voz nada nos falta; digamos el Sal: 23.
1) Yo soy el Buen Pastor, nada me falta.
2) En verdes pastos Él me hace reposar,
y a donde brota agua fresca me conduce.
3) Fortalece mi alma,
por el camino del bueno me dirige, por amor de su nombre.
4) Aunque pase por quebradas muy oscuras
no temo ningún mal, por tú estas conmigo,
tú Bastón y tu Vara me protegen
5) Me sirves a la mesa
frente a mis adversarios.
con aceite tú perfumas mi cabeza.
6) Me acompaña tu Bondad y tu favor,
mi casa será la mansión del Señor
por largo, largo tiempo.
El buen Pastor, que nos guía, nos orienta en lo que debemos hacer, el Buen Pastor que es nuestra vida y nuestra resurrección.
El Sal: 28 de la tempestad, del cual recurrimos a él en los momentos de problemas o angustias, rezándolo siempre con toda la Fe, porque de la fe conseguiremos el objetivo que estamos buscando siendo optimistas, porque el Señor es Él primero que pasa por la tempestad, digamos:
1) Hijos de Dios, den gloria al Señor, reconozcan su Gloria y su Poder.
2) Tributen Gloria, al nombre del Señor; el Santo se manifiesta, ¡adórenlo!
3) Voz sobre las aguas, retumba el Trueno de Dios de majestad, el Señor más arriba que las aguas torrenciales.
4) Voz del Señor, voz esplendorosa.
5) Voz del Señor que parte el alto cedro, el Señor derriba los cedros del Líbano.
6) Hace saltar al Líbano como a un novillo, y al Sarión como crías de búfalos.
7) Voz del Señor que arranca llamaradas.
8) Voz del Señor que sacude el desierto,
el Señor estremece los cedros de Cadés.
9) Voz del Señor que doblega los árboles y arranca los bosques, una sola voz resuena en su Templo: GLORIA.
10) El Señor se sienta por encima del aguacero, se sienta como rey para siempre.
11) El Señor dará fuerza a su pueblo y bendiciones de paz.
Aquí vemos como que los hijos dan Gracias al Señor, como el se Señor se nos manifiesta en las ocasiones más terribles, hay esta el Señor.
No lo defraudemos porque el Señor nunca nos deja defraudados, porque el que pide recibe, el que llama a la puerta se le abre, y el que busca encuentra; y si encontramos al Señor que más nos falta.
En este Salmo, Encontramos al ser humano humillado delante de Dios, por los pecados cometidos porque no somos nada solamente polvo; polvo del cual el Señor debe ser el alfarero de cada creación, porque todo le pertenece a Él. También somos burlados y traicionados, en nuestra necesidad, digamos con Fe, el Sal: 38.
2) Señor, no castigues en tu indignación ni me reprendas en tu enojo. 3) Tus flechas me traspasaron, tu mano se descargo contra mí.
4) Cólera no dejo nada sana ninguna parte de mi cuerpo y no hay descanso después de mi pecado.
5) Mis culpas me llegan hasta la coronilla y su peso sobrepasa mis fuerzas.
6) Mis llagas están descompuestas por causa de mis locuras.
7) Llagado, postrado, agotado camino todo el día sombrío.
8) Siento espadas ardientes en mi cuerpo yo queda nada sano.
9) Quebrantado, deshecho, agotado dejo oír los rugidos de mi corazón.
10) Señor, te expongo todas mis ansias, no se te ocultan mis suspiros.
11) Se me agita el corazón, y las fuerzas me abandonan hasta la luz de mis ojos.
12) Mis llagas tienen alejados a mis amigos y compañeros; mis familiares se quedan a distancia.
13) Aquellos que desean mi muerte me pusieron trampas, los que me quieren mal hablan todo el día en mi contra.
14) Pero yo, me hago el sordo, no oigo, como un mudo no abro la boca.
15) Soy hombre que no oye nada y no tiene que contestar.
16) Porque en Tí Señor, espero, Eres Tú, el que responderás, mi Señor y mi Dios.
17) Dije: que no se burlen de mí, ni canten victoria si vacilan mis pies.
18) Sin embargo estoy a punto de caer mis dolores no me dejan ni un momento.
19) Tengo que reconocer mi maldad, mi falta me tiene inquieto.
20) Son muchos los que buscan mi muerte, son incontables los que sin causa me odian.
21) Los que me devuelven mal por bien, los que me condenan si hago el bien.
22) No me abandones, Señor, Dios mío, no te alejes de mí.
23) Ven rápido en mi ayuda, Señor, Dios, mío.
Hay que dejar el sufrimiento y las penurias que uno padece en manos de Dios, nuestro Señor, que es la Salvación del: Pobre, del huérfano, de los enfermos y de todo ser humano, porque delante de nosotros esta el Señor.
En este Salmo Dios mira con justicia a cada gobernante, pues de ellos depende el país en que cada ser humano, pero solamente Dios puede juzgar cada injusticia que hace un gobernante, oremos con el Sal: 57 diciendo:
2) Oh Dioses poderosos, ¿será verdad que hacen justicia y gobiernan según el derecho?
3) Al contrario a sabiendas falsean el derecho, imponen al país un jugo injusto.
4) Los impíos andan descarriados desde el seno de su made, desde entonces miente el embustero.
5) Llevan dentro un veneno cómo de serpiente que se hace la sorda.
6) Que no escucha la voz del encantador y rechaza sus encantos.
7) OH Dios, quiébrales los dientes; quiebra sus mandíbulas de leones.
8) Que queden desparramados cómo agua derramada. Que se marchiten cómo hierba pisoteada.
9) Cómo babosa que se deshace al deslizarse, cómo feto abortado que no abre los ojos a la Luz.
10) Antes de que echen sus espinas, cómo la zarza verdes o quemadas, que los arrebate el torbellino.
11) El justo gozará al ver el castigo, y lavará sus pies en la sangre del impío.
12) Y dirán: es verdad que hay recompensa para el justo, si, hay un Dios que hace justicia.
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2) Oh Dioses poderosos, ¿será verdad que hacen justicia y gobiernan según el derecho?
3) Al contrario a sabiendas falsean el derecho, imponen al país un jugo injusto.
4) Los impíos andan descarriados desde el seno de su made, desde entonces miente el embustero.
5) Llevan dentro un veneno cómo de serpiente que se hace la sorda.
6) Que no escucha la voz del encantador y rechaza sus encantos.
7) OH Dios, quiébrales los dientes; quiebra sus mandíbulas de leones.
8) Que queden desparramados cómo agua derramada. Que se marchiten cómo hierba pisoteada.
9) Cómo babosa que se deshace al deslizarse, cómo feto abortado que no abre los ojos a la Luz.
10) Antes de que echen sus espinas, cómo la zarza verdes o quemadas, que los arrebate el torbellino.
11) El justo gozará al ver el castigo, y lavará sus pies en la sangre del impío.
12) Y dirán: es verdad que hay recompensa para el justo, si, hay un Dios que hace justicia.
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