Este es otro milagro y ejemplo de Jesús; Jesús fue para la de casa de Pedro, y encontró a la Suegra enferma tenía fiebre, Jesús le tomó las manos y se le pasó la fiebre, ella se levantó y se puso a servirle.
¿Como Jesús con solo tomarle la mano a la suegra de Pedro, que tenía fiebre se curo?
¿Como nosotros a veces no podemos curar, en el mundo con tanta ciencia, medicamentos, tantos experimentos avanzados, ¡pero! nosotros nos quedamos atrás, que quiere decir esto, que nosotros dejamos la verdadera medicina, el mejor médico, y no nos damos cuenta que Cristo es la Vida y la resurrección, y quién se aleja de Él, no hay médico ni medicina que vale la pena, el mismo Jesús dijo; el que se sienta agobiado que venga a mí, y Yo, cargaré con su yugo.
¿Qué fue lo que hizo la suegra de Pedro, cuando se curo y quedo sana de la Fiebre?
¡Se puso a servir, lo que decíamos primero sobre lo que pasó con el capitán y el sirviente!
Jesús curó a la suegra de Pedro no para darse fama, porque la suegra es un testimonio de Jesús, el mismo Jesús dijo: Yo vine a dar testimonio, vine como testigo de la Luz, para que todo el que crea en mí se salve.
Y nosotros cuantos testimonios damos para la Gloria de Dios, si la suegra en aquel tiempo solo contaba con el Padre Celestial y Jesús, nosotros que tenemos a Dios Trino y Uno, que es la Santísima Trinidad, nos hacemos los: ciegos, sordos y mudos.
La Suegra de Pedro es otro testimonio de Jesús, como el sirviente del Capitán, pero todo tiene que nacer de la fe del corazón.
¿Y donde está nuestro testimonio? ¿Dónde está nuestra Fe? ¿Dónde está nuestro servicio?
