18/9/08

HACER EL BIEN SIN DECIRLO A NADIE


Hacer el Bien sin Decirlo a Nadie.

-I-

Jesús siempre dice hagan el bien y no el mal; aquí se nos presenta diciendo: “Hagan el Bien sin decirlo a nadie”.

Y ¿Por qué será? Dios quiere que lo busquemos primero a Él, y que sea Él primero en saber lo que vamos hacer, y poner en Él primero la confianza de lo que vamos hacer, aunque Él ya lo sabe; porque Dios es el primero y el último.

Tengan cuidado de hacer el bien, delante de los hombres, para que los vean; por el contrario, el Padre de ustedes, el Padre Celestial no les dará ningún premio.

No seamos como los fariseos, que se ponían a rezar en las plazas publicas, para que todo el mundo los vieran; “Hipócritas” hay no esta Dios, porque Dios se encuentra en lo secreto, no en las plazas publicas, sobre todo para vanagloriarse y para que vean lo que están haciendo.

Cuando ayunen no pongan cara triste, como hacen los hipócritas; que se desfiguran el rostro para mostrar a todos que ayunan; Les aseguro que ya recibieron su recompensa.

Por eso tenemos que estar en pie de lucha, siempre primero buscando al Señor, que es la Fuerza, y la Sabiduría, para poder realizar todos nuestros sueños, pero primero en secreto con el padre Celestial.

¿No sabes el ayuno que me agrada? Romper las cadenas injustas, desatar las amarras del yugo, dejar libres a los oprimidos, y romper toda clase de yugo.

No estén siempre pendientes de lo que van a comer o beber, porque se atormentarán.

El mejor alimento es el: Cuerpo del Señor, y la mejor bebida es su Sangre, su cuerpo clavado en la Cruz y su Sangre derrama por todos nosotros pecadores.

Los que viven en el mundo presente se preocupan de todas esas cosas, en cambio ustedes, trabajen para el Padre Celestial, que lo sabe todo, y trabajen por lo más precioso su Reino, para después poder recibir nuestra parte que nos ganamos trabajando por Él; así amontonaremos brasas sobre nuestra cabeza.

Como dijo Jesús: Ustedes son un Reino de Sacerdotes, una nación consagrada, un pueblo de Dios para que fuera suyo y proclamar sus maravillas, para hacerlos crecer conforme al plan de Dios.


- I I -

Los planes de Dios son muchos, ¡pero! hay planes que no se pueden realizar por no estar consagrado a Él, con su Palabra, la oración, y las buenas obras, porque todo eso proviene de Él, del mismo modo como dice la escritura: Así habla Yahvé, que te ha creado Jacob, o te ha formado Israel; Yo, te llamé por tu Nombre, te rescate tu me perteneces; y al pertenecer al Señor, ¿Por qué debemos decir el dialogo entre Dios y nosotros?

Cuando oramos en secreto el Señor nos premia, y debemos escuchar su llamada, como Él nos llamó por nuestro nombre, y nos creo para proclamar sus maravillas, y cuando recemos no hacerlo corriendo, porque nosotros mismos no entendemos lo que decimos, Entonces el Señor se preguntará: ¿Qué poco tiempo tienes para rezar, para Adorarme y cuanto tiempo tienes para pedirme?

Del mismo modo que tu oras, del mismo modo recibirás, si oras y me pides mucho lo tendrás, ¡pero! si oras poco y me pides poco, eso recibirás, porque esa fue tu siembra y tu fruto.

El Señor nos dejo una oración muy sencilla el: “Padre nuestro”. Pongamos atención a las palabras que Compuso Jesús: "Padre nuestro, que estas en el Cielo; Santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden, y no nos dejes caer en tentación y líbranos de todo mal. Amén."

Tenemos un Padre en el Cielo, tenemos que santificar su Nombre, que venga a nosotros su Reino, su Reino de Amor de paz de cercanía, danos el pan de cada día, su pan de su palabra del dialogo para el hermano, perdona nuestros ofensas, como nosotros tenemos que hacerlo también y no lo hacemos, no nos dejes caer en tentación, y en cuantas tentaciones ponemos al hermano: los tropiezos, la injuria, la falsedad etc, y líbranos de todo mal, mal que nosotros hacemos sin querer y queriendo mucho más, de pensamientos, palabras y obras, entonces de que nos sirve rezar esa Santa Oración, si lo todo lo hacemos al revés, por ser pecadores, debemos pulirnos para acércanos al Señor, y para limpiarnos debemos arrepentirnos de todo corazón y del mal causado, porque lo limpio no puede estar con lo sucio.

Entonces, obremos bien en secreto, para poder cambiar lo malo en bueno, porque esas obras las hace el Señor, como instrumentos que somos, debemos oír como suenan los instrumentos, si suenan afinados o desafinados.

Porque la afinación está en todos los dones que el Señor nos da, y hacerlos crecer como la semilla de mostaza.Dios nos llamó, nos llama y nos llamará, pongamos atención a su llamada, no seamos sordos, porque el Señor no lo fue, no lo es, y no lo será.

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