-I-
Dios es Fiel Construye la historia y dirige nuestra vida, conforme a sus promesas, que nunca fallan. Un Dios de Amor, Rey de Reyes y Señor de Señores.
Suyo es el poder, suyas las Hazañas, su mano es Fuerte, invencible su derecha,
Porque en ese Poder está: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; Tres personas Sagradas, “la Santísima Trinada”; Un solo Dios, Trino y Uno.
Dios Padre, nos creo con polvo, y soplo en nuestras narices, aliento de vida.
Dios Padre al ver tanto errores, y tantos pecados que cometía su pueblo, Dios decide interceder por el pueblo, y trae a su Hijo al mundo, fijándose en una sencilla joven virgen, llamada Maria, del cual envió al Ángel Gabriel diciendo: vas a quedar embarazada, y darás un Hijo al mundo, el cual será el Salvador del Mundo.
Dios Padre, al enviar a su Hijo al mundo, fue por Amor, y el Hijo al morir crucificado, murió por Amor, la Virgen Maria, como pudo aceptar tan horrible y vil asesinato, siendo su Hijo al que iban a Crucificar, todo fue por Amor.
Son tres los Símbolos, y son tres un solo Dios, Trino y Uno; y con estos tres Símbolos Jesús con su muerte, pudo quitarle el poder al que reinaba por medio de la muerte el: “Diablo”, y Cristo ahora tiene en su Poder la Vida y la muerte.
Los símbolos son:
El Agua: Símbolo de Limpieza y vida nueva.
La Sangre: Símbolo de Sacrificio, de la Expiación Dolorosa por nuestros pecados, la Sangre derramada en la Cruz.
El Espíritu Santo, Fuerza incontenible que anima a los testigos de Cristo.
Ni el Agua podrá separarse de la Sangre, y el Espíritu tampoco podrán separase de ellos por ser un solo Dios de Amor.
Trino y Uno.
- II -
Aquí Dios dejo constancia del Amor que nos tenía, nos tiene y nos tendrá, por ser un Dios Infinito, para aquel que cree en Él.
El Amor de Dios; fue, es y será para siempre, no podemos decir que, en los problemas, las tribulaciones y los errores, no esta Dios.
El mundo entero cuenta con la ayuda de Dios, y la Virgen Maria, Madre de Cristo, y nuestra Madre sobre todos los pobres, y los huérfanos, que están siempre amparados bajo su Manto.
Los huérfanos tienen los mejores y únicos Padres, Dios y la Virgen Maria, que nunca los desamparan; porque como los pobres y los huérfanos, son criaturas y semejanza de Dios.
En el mundo tenemos los padres terrenales, que son instrumentos de Dios, son cuerpos prestados para la persona que lo tiene, pero los verdaderos padres están en el Cielo.
El cuarto Mandamiento es: Honrar Padre y Madre.
Debemos ver de qué barro y polvo somos hechos, en especial el corazón, y si nos dejamos guiar por el Espíritu Santo:
Dios padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, Trino y Uno.
Ya que por Él fueron hechas todas las cosas, las del Cielo y de la tierra, lo visible y lo invisible; todo fue hecho por Él y para Él.
Vean que Amor singular nos ha dado el Padre: que no solamente nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos, por eso el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a ÉL.
Todos somos hijos de Dios, y todos queremos tener nuestra parte con El, pero nuestra parte la 0tendremos según nuestros actos, todos los cristianos hemos nacido por Él y para Él.
Les pido algo que me llenará de alegría. Tengan un mismo Amor, un mismo Espíritu, un único sentir.
Ya no les llamo servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Les digo: Amigos, porque les he dado todo lo que aprendí de mi Padre.
Suyo es el poder, suyas las Hazañas, su mano es Fuerte, invencible su derecha,
Porque en ese Poder está: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; Tres personas Sagradas, “la Santísima Trinada”; Un solo Dios, Trino y Uno.
Dios Padre, nos creo con polvo, y soplo en nuestras narices, aliento de vida.
Dios Padre al ver tanto errores, y tantos pecados que cometía su pueblo, Dios decide interceder por el pueblo, y trae a su Hijo al mundo, fijándose en una sencilla joven virgen, llamada Maria, del cual envió al Ángel Gabriel diciendo: vas a quedar embarazada, y darás un Hijo al mundo, el cual será el Salvador del Mundo.
Dios Padre, al enviar a su Hijo al mundo, fue por Amor, y el Hijo al morir crucificado, murió por Amor, la Virgen Maria, como pudo aceptar tan horrible y vil asesinato, siendo su Hijo al que iban a Crucificar, todo fue por Amor.
Son tres los Símbolos, y son tres un solo Dios, Trino y Uno; y con estos tres Símbolos Jesús con su muerte, pudo quitarle el poder al que reinaba por medio de la muerte el: “Diablo”, y Cristo ahora tiene en su Poder la Vida y la muerte.
Los símbolos son:
El Agua: Símbolo de Limpieza y vida nueva.
La Sangre: Símbolo de Sacrificio, de la Expiación Dolorosa por nuestros pecados, la Sangre derramada en la Cruz.
El Espíritu Santo, Fuerza incontenible que anima a los testigos de Cristo.
Ni el Agua podrá separarse de la Sangre, y el Espíritu tampoco podrán separase de ellos por ser un solo Dios de Amor.
Trino y Uno.
- II -
Aquí Dios dejo constancia del Amor que nos tenía, nos tiene y nos tendrá, por ser un Dios Infinito, para aquel que cree en Él.
El Amor de Dios; fue, es y será para siempre, no podemos decir que, en los problemas, las tribulaciones y los errores, no esta Dios.
El mundo entero cuenta con la ayuda de Dios, y la Virgen Maria, Madre de Cristo, y nuestra Madre sobre todos los pobres, y los huérfanos, que están siempre amparados bajo su Manto.
Los huérfanos tienen los mejores y únicos Padres, Dios y la Virgen Maria, que nunca los desamparan; porque como los pobres y los huérfanos, son criaturas y semejanza de Dios.
En el mundo tenemos los padres terrenales, que son instrumentos de Dios, son cuerpos prestados para la persona que lo tiene, pero los verdaderos padres están en el Cielo.
El cuarto Mandamiento es: Honrar Padre y Madre.
Debemos ver de qué barro y polvo somos hechos, en especial el corazón, y si nos dejamos guiar por el Espíritu Santo:
Dios padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, Trino y Uno.
Ya que por Él fueron hechas todas las cosas, las del Cielo y de la tierra, lo visible y lo invisible; todo fue hecho por Él y para Él.
Vean que Amor singular nos ha dado el Padre: que no solamente nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos, por eso el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a ÉL.
Todos somos hijos de Dios, y todos queremos tener nuestra parte con El, pero nuestra parte la 0tendremos según nuestros actos, todos los cristianos hemos nacido por Él y para Él.
Les pido algo que me llenará de alegría. Tengan un mismo Amor, un mismo Espíritu, un único sentir.
Ya no les llamo servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Les digo: Amigos, porque les he dado todo lo que aprendí de mi Padre.
